miércoles, 21 de mayo de 2008

Poema de Roberto Santoro


Pintura Leandro Torres


HOY

Hoy
después de ver a una mujer
dejar caer a su hijo a través de una ranura
y disparar con su miedo a la oficina

Hoy justamente
que un militar le prendió fuego a una biblioteca
y un funcionario se masturbaba al pie de una secretaria

Hoy
precisamente hoy
que el juez de turno hizo pis arriba de los libros
y un colectivo mató una mariposa

Hoy que una muchacha me vendía su sexo por un café con leche
y yo le hablaba de poesía

Hoy
exactamente hoy
tuve que tirar el corazón por la ventana

Roberto Santoro

Buenos Aires, 1939. Desaparecido por la dictadura militar argentina el 1° de junio de 1977. Se hallaba en su lugar de trabajo: la Escuela Nacional de Educación Técnica N° 25 “Teniente Primero de Artillería Fray Luis Beltrán”, del barrio del Once (Capital Federal), donde el poeta prestaba servicio de preceptor, con el cargo de subjefe.

9 comentarios:

Blogger María Rosa León ha dicho...

El grito de Roberto Santoro sigue haciéndose oír desde su silencio provocado por el odio demencial de los que se sintieron aludidos por todas las voces de los hermanos que nos llenan de orgullo y admiración.
Me uno al homenaje del blog y al recuerdo de todos los poetas y docentes que quisimos a roberto.
María Rosa León

23 de mayo de 2008, 3:37  
Blogger Avesdelcielo ha dicho...

Fuerte el poema. La realidad golpea, pero la poesía no es vencida.La valentía de Roberto, els entimeinto de gustavo, hoy se unen en mi recuerdo.
MARITA RAGOZZA

23 de julio de 2008, 19:07  
Anonymous Anónimo ha dicho...

AMIGO TISOCCO, te reitero mi agradecimiento y compañía por la buena memoria, ahora en esta página de Roberto; un abrazo, cedrón

24 de julio de 2008, 23:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Y después de treinta años seguimos teniendo ganas de "tirar el corazón por la ventana" por las mismas cosas. No se nos habrá parado el reloj y todos los relojeros están muertos.
Gracias, Gustavo, por abrirnos la puerta de la reflexión a través de estos grandes a los que no pudieron ni podrán desaparecer.
Alicia Perrig

27 de julio de 2008, 0:28  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Como espiral moviéndose en sentido ascendente, todos los sucesos se repiten a diario y por lo general, en un crescendo doloroso.

Cómo duele el no saber ni ver.

Fuerte abrazo Gus.
Sonia

27 de julio de 2008, 17:56  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Para aquella época en que era de valientes decir, este es un poemazo,fuerte, impactante, de increíble vigencia aún hoy. Cómo no homenajear a estos poetas que le pusieron alas a su voz.

Lily Chavez

27 de julio de 2008, 20:00  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hacía mucho que no leía a Roberto Santoro; una voz indignamente tronchada, terriblemente acusadora y actual.

28 de julio de 2008, 20:58  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Antonio Sorbille dijo...
El hombre de carne y huesos; el caminante que despierta con la realidad que duele y transmite su verdad, como si fuera un espejo en el que se mira nuestra sociedad.
Enèrgico y singular poema del gran Roberto Santoro.

22 de agosto de 2008, 10:26  
Blogger ©Claudia Isabel ha dicho...

No me recupero todavía de haber leído este poema... Fuerte, entrañable...

30 de abril de 2009, 13:37  

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